Mujeres: ¿De dónde vienen? ¿A dónde van?
- Carlos Rodríguez Mora
- 12 may 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 26 jun 2020

Hombres, únicamente hombres. La historia es falsa, es un engaño maquiavélico en el que solo se ha redactado desde un punto de vista, desde unos ideales y por un solo género dominante. El hombre ha doblegado a la mujer a base de fuerza, no podemos hablar de ingenio o conocimiento. Pero, la mujer es más que eso, la mujer es más que unas páginas de historia. Mujeres, mujeres, más mujeres.
Vivimos anclados al pasado, es una realidad. Para conseguir mirar a un futuro unidos debemos luchar por aquellas personas más vulnerables dentro de la sociedad. La mujer, la mujer rural, esa que siempre ha estado a la sombra del hombre. Si en otra ocasión decíamos que el agricultor es un héroe porque da de comer, ellas, las mujeres rurales, también los son. Es el momento en el que la historia debe hablar de ellas, sacarlas de las sombras y llenar páginas enteras de su importante papel.
Matizar. La historia recuerda a la mujer como un personaje secundario, destinado a un fin concreto, el cuidado del hogar. La mujer no tenía sitio en la historia del hombre. Inventaron el anonimato, bendito anonimato. Sin saber quién, se han escrito historias nuevas, sin rostro, con orgullo, empoderadas. La historia se está reescribiendo hacia la igualdad, hacia el despertar, hacia la valentía de descubrir su rostro. Las mujeres han abierto los ojos. El Plan de Desarrollo Rural es el primer paso de la nueva historia.
Es una obligación necesaria
Si se quiere conseguir la igualdad debe ser en todos lo sectores o ninguno. El ámbito rural así lo demandaba, la mujer rural había luchado por ello. Entramos a caballo en Castilla, tierra de castillos y molinos; la hermosa tierra por dónde cabalga el hidalgo más conocido, Don Quijote junto a su fiel escudero, Sancho Panza. Recorremos La Mancha de la ayuda de Dulcinea, ella era quién guiaba en toda andadura a nuestro hidalgo, era ella quién poseía los conocimientos, era ella quién mandaba. Ella era mujer, está escrito. Ella era una mujer rural.
Una apuesta por los medios rurales. La historia no solo está escrita, también se transmite de boca a boca. Desde pequeño han llegado a mis oídos que ante la invasión del ejercito de Napoleón Bonaparte, las zonas rurales de La Mancha lucharon y ganaron. Un ejercito compuesto por campesinos y mujeres que combatieron codo a codo por un denominador en común: la vida. No solo ha llegado a mis oídos, también está escrito. Apostemos por quién luchó, por quién nos defendió y por un ejemplo ganador. Esas mujeres de ayer, en la batalla estaban a la misma altura que los hombres, busquemos el nuevo denominador en común para hallar la igualdad. Recordemos la verdadera historia. Hagamos historia.
<<No es que estén a las sombras, es que se las ha querido borrar>>
Es un mensaje dirigido a los hombres. La historia es machista, cruel y dictatorial. No es que estén a las sombras, es que se las ha querido borrar. Es un razonamiento sencillo, con ellas ganamos más. No podemos volver al pasado, no podemos dejar llevarnos por la tendencia misógina de algunos partidos políticos; si queremos una sociedad justa debemos ser los primeros en apoyar este cambio. Las mujeres no están para quitar el polvo, están para lo que ellas quieran. Porque las mujeres siempre han estado ahí, por muy invisibles que les hayan intentado hacer. Se dice -por hombres- que el campo es un trabajo de hombres, yo digo que también de mujeres.
No habrá futuro sin feminismo, sin mujeres. Las zonas rurales están plagadas de tópicos arcaicos, clásicos y tradicionales. Aquí sigue plantada la herencia del hombre, todo es para el hombre. Ellos trabajan, ellos dan de comen, ellos son el pilar de la familia. La España que ellas están escribiendo no tiene cólera por el pasado, solo mira al futuro. Ya han redactado el primer capítulo: fuera el terror, nosotras también tenemos voz. En ocasiones cuando el viento canta por los campos, solo puedo escuchar la voz de la mujer.
¿Dónde estamos? ¿En la “España vaciada”?
Es aquí dónde se ven las verdaderas atrocidades de las sociedades modernas. El descuido de los Estados hacia los abandonados, dónde piensan que no hay nada que construir y aportar; ya que piensan que aquí la historia es eterna. Es aquí donde la mujer vale el doble, es aquí donde la mujer es enfermera, trabajadora, profesora, madre y mujer. Esta es la España vaciada, hogar de la mujer rural, de la mujer que protesta trabajando, de la mujer como ejemplo.
Mayores inconvenientes. Los datos actuales nos hablan de dos tipos de brechas, la salarial que hace referencia a un menor sueldo que los hombres y, la de cristal, cuyo énfasis sostiene la dificultad que pueden tener de ascender. Cuidado, entre brecha y brecha ya se han movilizado, ya se han unido, solo queda terminar por quitar esos pocos cristales que quedan. Abramos brecha, construyamos el futuro, acabemos con la división de género. Es el momento de tensar la cuerda para que esto tenga equilibrio, es el momento que la cuerda este sujeta entre hombre y mujeres.
Citando a Coco Chanel: “Una mujer debe ser dos cosas: quién ella quiera y lo que ella quiera”. Dejemos que la historia sea escrita, ya hemos visto de dónde vienen, ahora observemos a dónde van. Ellas solas lo decidirán.
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